Vive 360 con Rebeca Segebre Lee el artículo: Qué implica ser un comunicador para esta generación
Entiendo que mi mayor responsabilidad como comunicadora es reconocer el poder que se me ha concedido de subrayar un acontecimiento o simplemente dejarlo pasar por desapercibido, y es por esto que me uní a un grupo de comunicadoras en donde celebramos la vida.
Celebramos la vida porque aunque hay un enemigo que vino a matar, a robar, a destruir, tenemos un Maestro y un Salvador que es Jesús. Su propósito de darnos vida, así como dice Juan 10:10 ≪mi propósito es darles vida≫. Y como fuimos hechos a la imagen de Dios, la dignidad de cada vida es inminente.
Dios es el creador de la vida y también de los nuevos comienzos. Así que las exhorto a que nuestras bocas sean fuentes de vida, que alimenten, que cuando hablemos sea con sabiduría y bondad; y sobre todo que seamos realmente sus testigos. Somos llamados a ser testigos de que hay vida en Dios cuando centramos nuestra vida en Él.
Amigas, Dios nos desafía a que usemos nuestros recursos espirituales para cada situación que vivimos y para que las pongamos en práctica para ayudar a esta generación. Yo lo veo como que estamos viviendo en la generación de Jonás, donde nos toca vivir con valentía porque las cosas que Dios pide de nosotros es precisamente esto: ≪vive la vida cristiana en medio de esta generación que se está hundiendo en sus propios criterios≫. Esta generación se está sumergiendo así como la barca en donde estaba Jonás. Él huyó de su asignación de ir a un pueblo pagano y llevarles el mensaje para que tomen una decisión: vivir su vida centrada en Dios o seguir viviendo su vida centradas en ellos mismos.
En el día de hoy necesitamos tener valentía y levantarnos del sueño, así como Jonás. Él estaba soñando dormido, el escritor lo describe como≪profundamente dormido≫. ¿Puedes creerlo? ¿Cómo pudo permanecer dormido, en medio de esa tempestad que amenazaba la barca en donde él iba? Creo que algunos duermen, pero es motivo de esperanza el ver tantas personas en nuestra amada Latinoamérica, que se han levantado, y juntos le dicen a su generación ≪sí≫ a la educación sexual, pero ≪no≫ a la ideología de género.
Recuerdo que cuando publiqué mi libro El Milagro de la Adopción (www.vive360.org/adopcion), hablar de la adopción era algo sublime, pero hoy es algo controversial. Controversial porque de acuerdo a las estadísticas, hoy en día una pareja homosexual es cuatro veces más dispuesta a adoptar un niño que una pareja heterosexual. Cuando alguien me pidió utilizar mi libro para movimientos políticos que apoyan esta postura, no pude decir que sí.
Tenemos recursos espirituales para esta generación y la pregunta es ¿cómo debemos utilizarlos? ¿Qué podemos ofrecer como cristianos a esta generación?
Jesús nos dice que somos ≪la sal de la tierra≫. Cuando se esparce la sal en la carne, hace dos cosas: saca el sabor y sirve para preservar la carne. Esto escuché de Tim Keller respecto a ser sal de la tierra: ≪La metáfora de Jesús nos dice que sus discípulos debemos estar dispersados en la sociedad y sacar lo mejor de la cultura al tiempo que ayudamos a prevenir las consecuencias de sus peores tendencias de tal manera que no se deteriore la sociedad completa. Esto toma sacrificio de nuestra parte≫. Esto de sacrificial significa que al decirle ≪no≫ al aborto, por amor al bebé que no debe morir, debemos tener una respuesta igualmente amorosa para los bebés que nacieron en situaciones difíciles y aun más para las mujeres que decidieron abortar. Normalmente dejamos estas causas a cierto grupo de la iglesia o de la sociedad, pero no lo consideramos parte de nuestra tarea de amor y sacrificio.
¿Podemos ser sal? ¿Podemos educar a nuestra sociedad a vivir de acuerdo a lo que nosotros pensamos son nuestros ideales? ¿Vivimos de acuerdo a cómo pensamos? ¿Vivimos por Dios y por el prójimo?
Nuestra generación nos desafiará a ser reales a nuestros propios ideales y nos van a criticar si encuentran que no lo somos. A Jonás lo tiraron al mar. En el mar encontró un vehículo salvador que después de ≪morir en vida≫ lo llevó a su destino. Él pudo llevar al grupo étnico al que fue designado en su generación, al arrepentimiento, a tener una comunión con Dios que a su vez cambió en ellos sus ideales morales.
De igual manera, nosotros debemos conocer cuál es nuestra parte en todo esto. Como padres, necesitamos educarnos para saber cómo instruir a los nuestros en el seno del hogar. Podemos donar nuestro tiempo y talento. Las comunicadoras, ofrecer nuestras plataformas para aportar soluciones amorosas a una generación que no sabe lo que hace. El aporte de nuestra familia está en el movimiento #DejaTuHuella. www.dejatuhuella.org
Rebeca Segebre
Autora, locutora, empresaria y activista. Ganadora del Premio Águila 2018 al Mejor Podcast.
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