Las vacaciones de fin de año de nuestros hijos se traducen en oportunidades para que disfrutemos juntos de la época navideña. Muchos padres se dedican a comprar regalos y llenar a sus hijos de expectativas de todo tipo de regalos y creo que ya todos hemos leído los estudios que nos aseguran que 4 regalos en navidad ya son suficientes para que un niño se sienta “regalado”. La búsqueda de aquellos regalos o detalles perfectos para con nuestros hijos, nos hace olvidar lo importante de compartir con los demás que viven con nosotros en este planeta.

Creo que es posible disfrutar la navidad, recibir y dar regalos a nuestros seres queridos y aun tener el gozo de dar a aquellos que necesitan en esta época del año. Pero nuestros niños no son los únicos que necesitan cambiar la mentalidad. Los padres también deben ser flexibles al superar algunas de nuestras comprensibles incomodidades sobre las inclinaciones egocéntricas de nuestros hijos.

En lugar de enfocarnos en esas tendencias un poco egoístas, concéntrese en alimentar las chispas de la generosidad en nuestras vidas y la de nuestros hijos.

Dos eventos me hicieron recordar que no somos todos unos monstruos egoístas en la navidad.

El primer evento ocurrió el mes pasado nos reunimos en la casa de mi amiga Martha Socarras, era una reunión pequeña. Los planes los hicimos el día de la presentación de mi libro “Confesiones de una mujer positiva”, el 13 de Octubre y ahora en Noviembre no estábamos seguros si lograríamos  tener ese tiempo juntos. Pero lo logramos! Nos reunimos en la casa de Martica. Hablamos, comimos, compartimos y al final antes de irnos oramos. Mientras estábamos agarrados de las manos, y sentí que era mi momento de orar, abrí los ojos para asegurarme que no le quitaba el turno a alguien más, me d cuenta que era la última. Al mirar la cara de cada una de las personas que estaban reunidas, Dios me mostro que a cada uno Él le ha confiado un grupo vulnerable.

Que hermoso es dar. Que hermoso es dar a un grupo vulnerable al que Dios nos ha llamado. Allí estaba una amiga que trabaja con madres solteras que están pasando por situaciones de abuso, un matrimonio que ayuda los inmigrantes, Martica que trabaja con las mujeres de las cárceles y nosotros que tenemos a los niños en condición de pobreza como el centro de atención en nuestro hogar.

La época navideña abunda con oportunidades y maneras de mostrarles a nuestros hijos el gozo de dar a aquel que Dios nos llama y que lo necesita.

El segundo evento ocurrió esta semana. El domingo, fuimos en familia a un lugar de ancianos a compartir con ellos un especial de navidad. Solo el hecho de estar presentes y compartir, hablar y comer juntos es una bendición y una manera de dar el mejor recurso que tenemos y que parece que ellos necesitaban: nuestro tiempo. La pasamos súper lindo.

Mi amiga Roxana Silvera tiene s cumpleaños en el mes de Diciembre y en lugar de simplemente celebrarlo con una fiesta con sus amigas, ella aprovecha y les recuerda envolver un regalo para los niños que su fundación sirve durante todo el año. Ella celebra dando a otros.

Martha Socarras hace una campaña navideña para llevarles un regalo a las mujeres que se encuentran en una de las cárceles en Miami Dade County. Ella recibe bolsas plásticas con jabones, champú, cremas y cualquier otro artículo de higiene personal.  

Tal vez la más visible de todas las campañas de recolección de donativos durante la navidad es la que hace el Salvation Army con sus voluntarios que tocan la campana tradicional en la entrada de los centros comerciales y tiendas en todo el país.

Los niños siempre están súper emocionados con los regalos que recibirán para navidad, y eso es normal y hermoso.  

Ayudemoslos a descubrir que les va a encantar dar a otros tanto como recibir regalos. Aprovechemos el espíritu de la época navideña para aprender o recordar el valor de dar con generosidad.

Nota Adicional:
La Generosidad es una de las 48 virtudes que te invito a plantar en tu jardín esta navidad… y todo el año. He escrito un libro devocional para acompañarte el 2018 que te guía a sembrar las mejores semillas en tu jardín. El título de mi nuevo libro es “Mi vida: Un jardín”. Adquiere uno para ti y otro para esa mujer especial en tu vida, una amiga, tu mami o tu hermana. Sentirás el gozo de dar y adicionalmente serás un colaborador  en nuestra tarea de servir a la comunidad.