Muchas personas comienzan el año con deseos de cambio y deciden que enero es el mejor momento para comenzar. Pensamos; «un nuevo año, un nuevo día, una nueva vida».

Si eres como la mayoría de los seres humanos, algunos de los proyectos que pensaste en enero no los has comenzado y ya estamos en verano.

En lugar de auto criticarnos, yo te propongo que comiences este verano con un cambio de imagen. Así es, pienso que muchos de los sueños o proyectos que escribiste en enero no se han cumplido porque no tienes claro varias cosas importantes relacionadas a tu imagen. Así que, aquí van mis consejos:

  1. Tú no tienes que ser otra cosa que ser tú.

Muchos de los deseos que tenemos los hemos adquirido de otros. Los medios de comunicación pueden “vendernos” lo que yo llamo “accesorios para la vida” que no son necesariamente indispensables para vivir en bienestar. Por ejemplo, tener un cuerpo saludable, el comer bien y hacer ejercicios es parte importante del bienestar, sin embargo poder mostrar los músculos abdominales bien definidos, es una meta muy específica que no tiene que imponerse a toda la humanidad, esto no es esencial para la mayoría de nosotros.

Si en estos momentos te sientes mal porque te hiciste una promesa de cambiar tu estado físico y no lo has logrado hay probabilidades que estas fallando en el intento, porque estas alejándote de quien realmente eres, te estas comparando con alguien más y estas tratando de vivir la vida que otros te han dicho que es esencial, cuando para ti, es opcional. Igual sucede con el área económica y las relaciones. Asegúrate de que tus metas están basadas en el “Yo” que eres cuando no te comparas con los demás.

  1. Tu plan NO tiene que ser perfecto

Si, leíste bien. Tu plan no tiene que ser perfecto, solo debe ser muy claro y conciso. Alguna vez has escuchado decir “!si no lo vas a hacer bien, ni comiences!” Para muchos, hacerlo bien significa hacerlo perfecto. Esta manera de pensar mantiene a muchos estudiando, investigando y leyendo todo lo relacionado a su sueño y nunca toman el primer paso para lograrlos.

Cada vez que estudian algo nuevo relacionado a su emprendimiento o proyecto, este nuevo conocimiento se convierte en un obstáculo para comenzar. Es como que escucharan en sus oídos: “Ves porque aún no estás preparado para comenzar?” Si el perfeccionismo te ha dejado paralizado, hoy te doy permiso para comenzar. No tienes que saber hacerlo todo pero si debes tener bien claro cuál es tu deseo y hacer un plan conciso en el cual comiences a accionar hoy.

  1. Trabaja en tus sueños y no sólo en las tareas de otros

En el pasado me he sentido abrumada con tantas tareas por hacer que no podía comenzar a trabajar en mis sueños. Haciendo un inventario de mis actividades y tareas diarias, me di cuenta que no solo estaba haciendo algunas de mis tareas que podían ser delegadas a otros sino que además, otros me habían delegado tareas que ellos deberían estar haciendo con su tiempo, recursos y talentos.  Así que si en la mitad del año miras atrás y dices, mi vida ha estado ocupada pero no he logrado comenzar a trabajar en lo que me propuse, pregúntate si es que estas haciendo demasiado por los demás. Y mientras piensas en culpar a otros por esta situación, piensa si has utilizado esta excusa contigo mismo, algo así:

“sé que quiero escribir ese libro pero como no tengo tiempo porque estoy ayudando a mi hijo, mi esposo, mi amiga, etc., Entonces voy a dedicarle el tiempo que me sobra a las tareas que me gustan y así al menos tengo algo de satisfacción”.

Y, ¿de dónde crees que saque esa frase enorme? ¡Acertaste!, la tenía bien guardadita en mi propia cabeza, porque lo he pensado y me ha pasado.  Muchas veces hemos dejado nuestros proyectos a un lado porque nos sentimos responsables de más de lo que Dios (en su infinita bondad) nos ha dado para hacer. Quiero decir, tomamos la responsabilidad de otros y dejamos pasar el tiempo sin trabajar en nuestros sueños.

Hora de cambiar de imagen:

Ahora es el momento de cambiar de imagen sabiendo que no eres una persona floja o dejada o perdedora. Solo necesitas un poco de reflexión y encontraras el camino a lograr tus sueños.

Escribe nuevamente tus sueños en un papel. Incluye los proyectos que te propusiste a comienzos del año y otros muy antiguos.

Por cada proyecto pregúntate:

  1.     ¿Este sueño es mío? Analiza si este sueño es el producto de lo que tu familia o la sociedad te imponen o algo que realmente sientes inspiración para seguir y verlo cumplir.

  2.     ¿Estas dedicando demasiado tiempo a  prepararte? Examina si todo lo que has hecho es estudiar y no has tomado acción.

  3.     ¿Estas ocupado(a) en las tareas que le corresponden a otros? Si es así, analiza que tareas podrías “devolverle” a su dueño y cuales tareas propias, podrías decidir comenzar a realizar hoy.

Cambia de imagen, definiendo tus propios sueños, comenzando a trabajar con lo que tienes en tu mano porque es suficiente y manteniéndote ocupado día a día en tareas que te acercan a alcanzarlos.

Después de reflexionar hay que moverse a la acción.

Ahora, si te sientes como a la deriva o sientes que tienes mil cosas por hacer y no sabes por dónde comenzar, te invito a que vayas a vive360.org/masterclass/ y te inscribas en la clase gratis: Desenredando el algoritmo de la Vida.