Día 3:

“Es absurdo pagar para educar a un necio,
puesto que no tiene deseos de aprender.”

Proverbios 17: 16

¿Tienes tú el deseo de aprender?

La mujer fructífera, aquella que quiere dar fruto, que conoce su propósito y se dedica a ello, no se estanca en el éxito.

Te preguntaras, ¿se puede uno estancar en el éxito?  La respuesta es, ¡Sí! en cualquier momento te puede acontecer:

• Si no te abastezcas de mayor conocimiento

• Si no continúas entrenándote en tus habilidades

• Si en el fracaso o en el éxito  te parqueas por más tiempo de lo necesario

Estas en peligro de estancarte. El éxito o el fracaso tienen el potencial de  estancarte.

Recuerda, tú llevas semillas de grandeza en tu interior. Dios las ha colocado allí.

Estas tienen el potencial de hacerte crecer y dar fruto en abundancia. Alimenta esas semillas, mira bien que vivas al potencial de lo que Dios colocó en ti.

El deseo de aprender hace que crezcas. Al Crecer  puedes compartir lo aprendido y  contribuir en tu entorno… esto te mantiene en movimiento.

La ley de la siembra y la cosecha se hace aquí evidente:

• la educación es una semilla…

• nos abre los ojos a asuntos que desconocemos…

• Nos hace “Saber” qué es lo que no sabemos que sabemos …

•  Nos da la oportunidad de entrar a un nuevo mundo y a otro estilo de trabajo..

Esto es lo que ocurre cuando vamos a la universidad, entramos adolescentes y salimos: médicos, ingenieros, abogados… pero la vida sigue y con ella el educarnos…

Recuerda,  Tú llevas semillas de grandeza en tu interior. Dios las ha colocado allí.

Estas tienen el potencial de hacerte crecer y dar fruto en abundancia.

Esta semana estamos estudiando sobre la mujer fructífera, la cual es ejemplo a seguir.
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