Muchas veces nos permitimos vivir en lo negativo por mucho tiempo. Para liberarte del dolor, los traumas, la ansiedad que te causan las circunstancias, necesitas experimentar el poder sanador de la actitud positiva. Tener una actitud positiva no se trata de No ver lo negativo o cerrar los ojos a ello, no es una invitación a que metas la cabeza en la tierra para no “vivir” un mal momento. Se trata de mirar nuestra actitud y decidir buscar y luego acentuar lo positivo en nuestras vidas siempre.
1- Busca lo positivo en tú día a día.
Busca la luz de Dios y sus destellos de grandeza en tu vida, sus milagros y sus bondades, su manifestación directa en ti. Aun en momentos de crisis podemos ver como Dios lo puede usar para nuestro crecimiento. En momentos de pérdidas, cuando experimentamos puertas que se cierran delante de nuestros ojos, podemos enfocarnos en lo nuevo que nace, las nuevas puertas que se abren y el próximo capítulo en nuestras vidas.
2 – Encuentra el lado positivo a cada situación. Esto transformará tu actitud y no te permitirá vivir con mentalidad de víctima. Tu puedes reinventar tu felicidad. Reiniciar tu vida o una relación que se debilitó. En el proceso celebra tu crecimiento, tu madurez y la fidelidad de Dios que nunca te abandona.
3- Realza lo positivo recordándolo y agradeciéndolo. Cuando recordamos algo es como si lo volvemos a vivir.Si así lo haces, pronto sentirás el poder de la actitud positiva dentro de ti y la pasión nuevamente regresará para realizar aquello para lo que fuiste creado.
4 – Acentúa lo positivo, lo que Dios sembró en ti. Deja que esas chispas del amor de Dios brillen. Cuando utilizas tus talentos, cuando la bondad y la compasión acompañan tus acciones, cuando el agradecimiento por lo vivido te llena de alegría, muy pronto toda tu vida estará iluminada de GOZO.
5 – Despierta en ti las emociones positivas.
Las emociones negativas llegan a nosotros con megáfonos. En contraste, las emociones positivas como el amor, la esperanza, el sentirnos orgullosos por un logro, parece llegar con un sonido placentero pero con el volumen de un susurro. Es nuestra tarea el abrazar las emociones positivas, estar consiente de ellas y disfrutarlas por un tiempo más largo que lo que acostumbramos. Estudia cada una de ellas y siéntelas a plenitud. Una pista de cómo hacerlo te lo dará cuando abrazas a tus hijos por un segundo más largo, o cuando caminas el parque y te enfocas en el sonido de la naturaleza. Cuando oras a Dios y estas expectante por una señal de su presencia activa en tu vida.
Recuerda que… El gozo de nuestro Dios nos da fuerza.
¡Comienza hoy!
He escrito un libro para acompañarte en el proceso de sanar tu vida del dolor y reinventar tu felicidad. El libro te guía a experimentar la actitud positiva cada día. . El título es Confesiones de una mujer positiva”. Adquiere uno para ti y otro para esa mujer especial en tu vida, una amiga, tu mami o tu hermana. Sentirás el gozo de dar y adicionalmente serás un colaborador en nuestra tarea de servir a la comunidad.