¿Cuándo atraviesas momentos difíciles, desde que plataforma actúas?
Atravesar una crisis no es un sinónimo de fracaso, pero la manera COMO te enfrentas a una crisis puede llevarte a un mayor éxito o hundirte en una situación que te puede llevar a un periodo de estancamiento. Este estancamiento puede ser estancamiento profesional cuando la crisis es una crisis en tu lugar de trabajo.
Recuerdo que éramos unas 100 personas en el equipo de informática para un proyecto piloto, que si este no funcionaba, no iría a su próxima etapa. Era un periodo de crisis. Aunque esta realidad era conocida por todos, solo un 20% nos dedicamos a hacer todo lo que era necesario para sacar adelante el proyecto.
¿A que se dedicaba el resto?
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Al cinismo: El peor enemigo de un proyecto. Parece divertido escuchar a un cínico, es más, parece que fueran inteligentes palabras lo que saliera de su boca, esto es, porque parecen predecir el futuro; pero realmente los comentarios de un cínico son comentarios dañinos y una pérdida de tiempo.
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A la burla: mientras los directivos hablaban, muchos se enviaban mensajes con dibujos burlándose del que hablaba. Aunque no lo creas, esto paralizó a muchos a tomar un lugar de liderazgo en sus propias aéreas.
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A la crítica: Muchos por el temor de que el proyecto terminara en fracaso, se dedicaron a criticar a todos los demás para asegurarse de que los otros y no ellos, fuesen el blanco de la acusación en caso de que comenzaran a recortar personal.
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A causar problemas: el resto solo escogió buscar como ampararse en escusas y cada vez que encontraban un posible obstáculo a la terminación del proyecto, ellos se dedicaban a asegurarse que habían mandado un correo electrónico o una llamada donde no los hacía responsables de terminar la tarea con éxito.
El 20% de nosotros, nos dedicamos a trabajar, viajamos y hasta entrenamos en el nuevo sistema a cientos de personas. Hicimos pruebas del sistema, lo lanzamos a producción a tiempo. Peleamos por eso proyecto como si fuera nuestro propio barco. Más tarde cuando este proyecto piloto fue todo un éxito, muchos más directivos se animaron a unirse con toda la fuerza para construir el barco de cruceros más grande del mundo.
¿Puedes sentir la satisfacción en mis palabras, verdad? ¡Sí, estoy muy orgullosa de poder decirlo!
El Miedo no es siempre una emoción negativa, es la que nos ayuda a que nuestros instintos nos sirvan en momentos de verdadero peligro.
El miedo de que se te caiga tu casa en una tormenta no debe llevarte a sentir temor paralizador pero debe moverte a construir una Casa a prueba de tormentas…. igual en la vida e igual en tu trabajo.
Sin embargo, quisiera que reflexionáramos un momento. En la historia que te conté, todos teníamos miedo. La razón del temor era real.
Entonces, ¿por qué algunos logramos hacer algo productivo, de lo cual hoy estamos orgullosos? y ¿por qué otros se estancaron al esconderse detrás de excusas, burlas y cinismo?
Parte de la respuesta radica en la habilidad y otra parte reside en tener la actitud de tomar un camino mejor.
“No actúes desde el lugar de miedo, sino desde tu plataforma de competencia, habilidad e idoneidad. Cabalga tu camino sostenido de la bondad de Dios” Rebeca Segebre
Este es el camino mejor: Yo hice mi trabajo y me esforcé más allá de mis responsabilidades, NO porque tenía miedo de perder mi empleo. Hice un buen trabajo porque sé hacer lo que necesito hacer. Tengo la habilidad, la experiencia, el talento, la buena actitud y la disposición para hacerlo. Conozco la bondad de Dios y se que El me esta mirando y es Dios el que corona de Éxito mis esfuerzos. Esa es la realidad.
Te sugiero que te digas en voz alta esta Afirmación:
“Estoy haciendo esta tarea porque estoy realizando la diligencia debida a mi trabajo, porque tengo buena actitud y tengo la habilidad que me ha dado Dios en forma de talento y que he desarrollado a fuerza de mi emprendimiento.”
Si la crisis es en tu propia empresa, y decides hacer algo diferente, tomar nuevas rutas, comenzar algo nuevo para salir de la crisis, puedes decir:
“Estoy empezando esta nuevo proyecto porque estoy creciendo en mis habilidades y estoy creando algo solido para mi empresa. Mi base no es el miedo. Me mantendré enfocado en mi deseo, mi intención, mi habilidad y mi actitud de triunfo. Me sostendré de la mano de Dios.”
Recuerda, trabaja desde la base de tu habilidad y competencia. Dios te ha dado capacidad y tú puedes escoger la actitud que te hace idóneo para tu tarea.
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