Quisiera darte la Receta para una vida dulce y llena de energía. Una receta que te llene de felicidad y te ayude a no malgastar tu energía innecesariamente: La fórmula para vivir una vida en paz y sin estrés es mantener nuestra Energía en balance. Para nuestra área física la miel es uno de esos maravillosos ingredientes que te endulza el paladar y te da energía.
Nuestros pensamientos, sentimientos, las palabras que nos decimos y las palabras que otros nos dices, todas estas cosas consumen o aumentan nuestra energía emocional y mental. Las palabras en particular, tienen la capacidad de «limpiar» como lo hace la miel o de intoxicar como lo hace un veneno al cuerpo.
Es por esto que para mantenernos con nuestra energía interior a un punto optimo, lo primero tenemos que hacer es estar consientes de que es lo que hace que se disminuya nuestra energía.
En la gráfica puedes ver un ejemplo de ello:
Estas áreas son un buen punto para comenzar a trabajar con el propósito de mantener una vida dulce y feliz:
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Antes de orar perdona a aquellos que te han ofendido
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Antes de hablar escucha y escucha con intención de entender
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Antes de escribir piensa en el posible resultado de tus palabras.
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Antes de criticar ten empatía y colócate en el lugar del otro
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Antes de rendirte persiste sin escuchar los ruidos que dicen «No Se Puede».
La numero 6 no se me olvido, solo que es otro tipo de estrés que le agregamos a la vida y que nos hace no solo perder energía mental, nuestro trabajo, pero también nos roba de la prosperidad.
Esto es:
Antes de Gastar tu dinero asegúrate que tienes el dinero, no uses crédito para comprar lo que no necesitas con dinero que no tienes. El que gasta mas de lo que gana, terminara usando energía mental y física de su futuro para pagar por cosas que compro en el pasado y que por lo general ya no le traen satisfacción,
Siempre la mejor manera de vivir es cuando hacemos un plan. Así nos ocuparemos de lo que hemos planificado y le colocaremos nuestra atención a nuestra intención.
«Coloca tu atención, tu mente, tu esfuerzo y tu dinero en tu intención» Rebeca Segebre